La lucidez
Para analizar esta cuestión volveremos a retomar el camino que nos ofrece Cioran que describe la lucidez como un pensamiento diurno (que clarifica la mente momentáneamente, así deja al individuo por unos instantes claro de ideas, hasta el punto de creerse Dios por unos instantes, para más tarde darse cuenta que la realidad es bien distinta y se nos presenta la otra cara de la moneda e inicias una <caída en el tiempo>. Para describir la lucidez hay que entender a Cioran, la vulgaridad del cambio, la conciencia como agonía y la razón como enfermedad.
TORMENTOS Emil Michel Cioran
La soledad es insoportable, a solas conmigo mismo, a solas con mis pensamientos.
No sé como distraerlos, como atontarlos para que no me atormenten. Surge entonces la rabia ante la impotencia, y la agresividad es un pequeño paso que doy en ese estado.
Sentirse solo y estar solo no es lo mismo, pero en mi caso, sí, me siento solo aún cuando no estoy solo, pero lo siento mucho más cuando esa soledad es también física.
¿Soy demasiado consciente de la realidad, y los demás viven en un sueño de idiotas del que no quieren despertar (cosa que no les reprocho), o soy yo el estúpido que cree ver demasiado, sin ver nada?.
No sé como distraerlos, como atontarlos para que no me atormenten. Surge entonces la rabia ante la impotencia, y la agresividad es un pequeño paso que doy en ese estado.
Sentirse solo y estar solo no es lo mismo, pero en mi caso, sí, me siento solo aún cuando no estoy solo, pero lo siento mucho más cuando esa soledad es también física.
¿Soy demasiado consciente de la realidad, y los demás viven en un sueño de idiotas del que no quieren despertar (cosa que no les reprocho), o soy yo el estúpido que cree ver demasiado, sin ver nada?.
Sea cual sea la respuesta, puedo decir que nunca he pedido estar aquí y aún estando aquí, sólo pienso en cómo salir, sin hacer ruido, sin que se note mi ausencia, como si nunca hubiera estado. Y de esa manera, sentir la ilusión de no haber existido nunca.
Se puede comparar este estado (día-noche) al estímulo que ofrece la ingesta de algún sicotrópico, (anfetamínico). Forzamos la personalidad experimentando una lucidez súbita tras la ingesta. Lucidez mental, captamos la realidad a través de los sentidos, estos se ven alterados pasando a experimentar un súbito saber relación YO-Mundo positiva, que cuando volvemos a la realidad se pierde de repente y nos enfrentamos al YO-Mundo negativo. La lucidez despierta, y nos invade una soledad de dolor un cansancio absoluto y sabidamente estúpido.